26 Enero 2020.
Bonita ruta realizada por el
Valle del río Guadiaro, guiada por el compañero Fernando Cabezas, y con Amador de escoba.
Como de costumbre y
tempranito nos dimos cita en Muebles Joya para tomar el autobús que nos
llevaría a la estación de Cortes de la Frontera, inicio de la ruta programada.
Después de dos horas de
autobús y disfrutar de las bonitas imágenes de los mares de niebla que cubrían
los valles de los ríos Genal y Guadario entramos en la barriada de la estación
de Cortes.
Tras unas palabras de nuestro
compañero y presidente Amador sobre la ruta y comportamiento debido en ella,
iniciamos la marcha guiada, con la maestría que le caracteriza, por el
compañero Fernando Cabezas y barrida por Amador.
Atravesada la estación y con
una mañana fresquita y de mucha humedad, por la niebla existente, nos
adentramos en las orillas del río Guadario, el cual cruzamos para coger la
Cañada Real de Gibraltar y dejarla después de atravesar del arroyo del Salitre,
donde se aprovechó para desayunar.
La abundante agua de los
ríos y arroyos junto con el intenso verde de los campos alegraba la marcha
acompasada del día.
Sin prisa pero sin pausa
bordemos el bonito cauce del valle del Guadiaro hasta llegar a las ruinas de la
Casa del Conde, donde realizamos una parada de reagrupamiento y establecimos la
base para subir a las buitreras.
La subida a las buitreras,
su estancia y posterior bajada se realizó con suma precaución debido a lo
embarrado del terreno y a su repercusión en la suela de los calzados,
disfrutando desde lo alto de la belleza del corte realizado entre las rocas.
De vuelta en la Casa del
Conde iniciamos la bajada hasta el Puente de los Alemanes, donde de nuevo
cualquier precaución era poca, la fuerte pendiente, el estado de las suelas y
lo delicado del terreno agudizaron la marcha de los senderistas.
Atravesado el puente y el
túnel existente realizamos una de las fotografías de grupo antes de comenzar el
repechón de subida del cerro que nos conduciría a la zona Sur del Cañon de las
Buitreras.
Casi terminada de descender
la otra ladera del cerro, realizamos la parada de la comida del día, en un
bonito paraje de panorámica envidiable.
Aligeradas las mochilas, y
con el rumor de las aguas del Guadiaro, proseguimos la marcha por el sendero
que bordea el cauce del río.
Lo que en otros tiempos
suponía un delicado y en ocasiones imposible paso de un arroyo de bajada, hoy
gracias a un puente colgante resulta un atractivo punto del recorrido.
En el camino de El Colmenar
y cerca de la estación de trenes realizamos una parada de reagrupamiento en la
Central Hidroeléctrica de la Buitrera, para llegar todos juntos al final de la
ruta, donde se tomaron la cervecitas y cafetitos de rigor, acompañados de las
tapitas y dulces correspondientes.
En resumen una bonita,
entretenida y agradable ruta preparada por el compañero Pepe Manzano, que por
circunstancias particulares no pudo acompañarnos en la realización, y el equipo
acompañante, guiada por Fernando Cabezas y auxiliada por nuestro presidente. A
todos ellos agradecerles el espléndido día que nos han hecho pasar.