9 Noviembre 2019.
Jornada de confraternidad con nuestros amigos del club
“Tres Caminos” de Ubrique, y ruta
ofrecida por el maestro y señor de los Alcornocales, nuestro compañero Paco
Cabrera.
Tras la llegada del autobús ubriqueño y de las palabras de recibimiento
e información de la ruta de nuestro presidente, iniciamos la marcha por la
pista del molino de Escalona hasta el inicio de la vereda del zorro.
La concurrida ruta, la preciosa mañana y el ambiente
respirable presagiaban una hermosa jornada. Sin prisas pero sin pausas, y a
través de insignes alcornoques ( el de la botella, el de la tortuga, ……. )
nuestro guía nos llevó hasta los Tres Pinos, donde se realizó una parada para
desayunar.
Satisfecho el ayuno mañanero continuamos por la senda de
los prisioneros hasta la peña del cabrero, donde tomamos el sendero de su
homónimo. Un bonito sendero que nos condujo hasta el arroyo del Guijo ( Picaro
). Una vez atravesado, iniciamos una pequeña subida por un tupido bosque, que
nos llevó a una pista que bordeaba el
pico del Algarrobo.
Desde la pista pudimos contemplar magnificas panorámicas
del campo de Gibraltar, por una parte la bahía y su entorno y por otra el
estrecho de Gibraltar y la costa africana, con el monte Hacho de Ceuta y la mole del Yebel Musa
enfrente.
Continuamos por la
pista hasta desviarnos por una vereda que, con fuerte pendiente y mejores
vistas, nos bajó hasta la fuente de Pelayo.
Desde aquí continuamos por la cañada de Pelayo hasta
desviarnos por la vereda que, pasando el huerto de Serafín, nos trajo de nuevo
a los Tres Pinos donde el olor de los callos con garbanzos comenzó a ser perceptible
para algunos senderistas, los cuales aceleraron la marcha y arrastraron con su
impulso al resto de los participantes.
A la entrada de la zona recreativa hubo un reagrupamiento
general para realizar la llegada de una forma compacta.
En el merendero nos esperaba una agradable sorpresa
compuesta por ricos y variados entremeses y por un excelente plato fuerte de callos
con garbanzos, todo ello acompañado por vinos de la tierra y bebidas
refrescantes.
La compañera y maestra cocinera María José Montes de Oca
nos sorprendió con unos riquísimos callos que entraran a formar parte de la
historia y recuerdos del club y que nos indujeron a pensar, junto con el arroz de Tarifa, si no hubiera sido mejor formar un club gastronómico en lugar
de uno de senderismo.
Pero si los garbanzos estaban impresionantes, la preparación
y organización del evento para el
desarrollo del mismo, por parte del equipo de logística formado por voluntariosos compañeros, fue propio de
auténticos profesionales.
En resumen una bonita jornada de convivencia con nuestros
amigos de Ubrique que terminó con unas palabras de nuestro presidente
agradeciéndoles su presencia y deseando que se hubieran encontrado igual que
nos sentimos cuando los visitamos.
Y para terminar dar las gracias a todos los colaboradores de la ocasión, desde el guía Paco Cabrera, auxiliado por la novel escoba Deborah
Alfageme que con paciencia infinita nos fue arrastrando durante la marcha,
hasta todo el equipo de la preparación y organización de la comida, personificados en Maria José Montes de Oca.