01 Diciembre
2018.
Con una
mañana fresquita comenzamos la ruta en el recinto Ferial de Ronda, siendo
testigo de nuestros pasos la sombra de la Sierra Hidalga y nuestros primeros
nortes, en este caso levantes, el puerto Bilbao y los llanos de la Aguaya.
Nada más
comenzar a subir el pequeño puerto Bilbao pudimos contemplar a nuestras
espaldas las maravillosas vistas de la serranía gaditana (sierras de
Blanquilla, El-Palo, Caillo, Endrinal, Pinar. Las Cumbres, Peñón Grande, Las
Lomas, Monte Prieto).
El ritmo vivo
inicial y los rayos del sol provocaron que antes de comenzar la subida del
puerto de Lifa realizáramos una pequeña parada técnica para quitarnos prendas
de abrigo.
De forma
gradual y suave se alcanzó el puerto de Lifa, donde se realizó una pequeña
parada para tomar un tentempié. A partir de aquí se inició la bajada hasta los
Llanos y Valle de Lifa y cambió la perspectiva de la ruta. Se comenzaron a ver
las sierras de Huma, Alcaparaín, Cabrilla y Prieta y espacios significativos de
la Sierra de las Nieves, Peñones de Ronda, Enamorados y Peñilla
En el llano
del Peñón de Lifa, se formó un grupo para subir a la atalaya, el resto continuamos
bajando por el Valle y contemplando las pocas agallas que quedaban de las
cornicabras.
En un claro
de la bajada hacía el río paramos para comer y descansar un poco.
Aligeradas
las mochilas continuamos hacía el Turón, el cual se pasó como a cada uno le
pareció, y no sin probar algunos la frescura de sus aguas.
Cruzado el
río solo nos quedó un pequeño repecho para alcanzar la pista que nos condujo a
través del Valle del río Turón hasta las deseadas cervecitas del final de la
ruta en El Burgo.
Solamente nos queda desear, a nuestro compañero
Blas, una rápida mejoría de la molesta lumbalgia que sufrió ayer terminando la
ruta.